Esto fue un regalo de mi abuela.

Lo cierto es que es uno de los hijuelos. A la mmamá me la cargué. Usé un método muy cruel. Aquí tienen, por tanto, al antepasado de la de arriba empalada:
Esta es una de las inmortales. La que sigue, en cambio, es de las delicadas: no regar demasiado (!). En tal caso es de las que se multiplican con furor invasivo.
La foto previa es la única de esta entrada que no es actual. La siguiente sí (más o menos).
La última del día:
¡Ah no! Ya no me queda ninguna