miércoles, 24 de septiembre de 2008

¡Qué fácil es tener un cactus! (Cereus peruvianus floridianus)

He cambiado de casa y de cámara. De vida y de muerte. En breve cambiaré de vida otra vez.

Ahora soy otro. Soy Verde y con espinas el Blanco (en lugar de el gris). Queda un verde clarito. Pero siendo otro y habiendo pasado tanto tiempo no he podido evitar volver a ellos. Y todo porque son fáciles de conseguir, baratos, agradecidos...

Cereus peruvianus floridianus sobre blanco

Lo pillé en un vivero (en alemán Baumschule = escuela de árboles, lo escribo en deferencia a mi vasto público alemán). Lo reconozco, no lo compré. Solo me agaché y le di la mano. No se vino conmigo, pero me dio uno de sus muchos hijos. Me dijo: "llevatelo de aquí, este no es lugar". Y lloró lágrimas ligeramente ácidas, pero no muchas porque a los cactus les cuesta mucho soltar agua. Luego me comí un yogur y tuve tiesto. Luego busqué tierra y tuve tierra. Et voila. (Lo escribo en deferencia a mi amplio público francés).

Detalle Cereus peruvianus floridianus (sobre negro)

Y ya de paso, en deferencia al visitante italiano que tuve hace unas semanas (que es mucho más importante que los alemanes y franceses porque a diferencias de éstos, y aunque es uno solo, es real) pongo esto porque me dejó un premio internacional. Este:

El blog es http://stranepiante.blogspot.com/ y es realmente bueno.

Ahora tengo que dárselo (otorgárselo) yo a 7 personas. 7 como los anillos de los enanos, en sus tronos de piedra y tal. 7 o más. Son las reglas del juego.

Nota mental: actualizar lista de enlaces de la barra lateral.