Por favor, espere. Se está cargando el espectacular documento gráfico :)...
No crean que tengo una habilidad ilimitada con la cámara. La señora abeja (o avispa o icneumónido [¡toma ya!]) me lo puso fácil. Salía de su agujero, estaba unos minutos de viaje -creo que iba a África-, y volvía con otra hoja abrazada. Obviamente, al menos, no le importaba ser capturada por mi objetivo. Incluso sospecho que me usó deliberadamente como vehículo para alcanzar la fama. Me confundió con alguien con un blog célebre o con un programa de tv. Al margen de este insecto coqueta, todos los años pasa, y este además por triplicado (grifo y otra maceta fueron las otras opciones de estos huéspedes). ¡Se me están volviendo de un burócrata! ¿Cómo acabó su historía? Por si le han tomado cariño, no seré yo quien lo desvele. Tengo otros invitados de los que hablarles, pero eso, en otra ocasión. Si quieren saber más de abejas, y de icneumónidos, no tengo más remedio que enlazar con quien ha enlazado esta entrada mía para mi regocijo, -el espejo en el espejo-: Sobre abejas solitarias ¿Dónde coño me topé con la palabra "icneumónido"? Una historialunes, 16 de julio de 2007
Abeja Visitante
Un día cualquiera, mirando a través del cristal del balcón veo un bicho volador descomunal. Con el abdomen verde y grande, y de vuelo aparatoso.
Yo tengo una fobia, una sola fobia, y me parece pronto confesarla a la tercera o cuarta cita, pero como viene al cuento, va: todo lo que zumba y vuela (y está vivo, helicópteros no valen). Así que este documento tiene doble valor. Las fotos que verán demuestran que tuve que superar esa limitación y además que lo del abdomen verde fue cosa mía.
Sólo aquel día ejercí de paparazzi y saqué este jugoso documento por el que no me dan un pavo.
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3 comentarios:
Gran trabajo Santi.
Gracias, herdugo, pero ya podías ponerlo allí.
Pero me vale igual.
18 de julio de 2007 17:04
Estupendo documento gráfico y magnifica retransmisión de los hechos.
Queremos más!!
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